domingo, 30 de mayo de 2010

Ferrer y Ferrero dicen adiós al torneo



El torneo continúa sin dos de los nuestros, Ferrer y Ferrero, que ayer cayeron ante sus rivales, después de encuentros difíciles en ambos casos.

Ferrer no pudo con la presión y el buen juego del vienés, Jurgen Melzer, que le ganó por 6-4, 7-0 y 4-6. El alicantino frenó, con este partido, su intachable paso por la tierra batida durante esta temporada y bajó la guardia en el partido dejando mandar sobre su juego a la desconcetración. Melzer se encontró el partido de cara y todo le salió a pedir de boca, mientras que Ferrer tan solo pudo ponerle las cosas dificiles en el último set, aunque acabo cediendo en el tie break y perdiéndolo por 7-1. Es una de las sopresas del torneo, puesto que se trata de un jugador contundente que está rindiendo a un altísimo nivel. De hecho, nadie ha sumado tantas victorias sobre ‘arcilla’ (29) ni sobre el conjunto de todas las superficies (35) en lo que llevamos de año. El de Jávea ha sido campeón en Acapulco, finalista en Roma y Buenos Aires y semifinalista en Montecarlo y Barcelona, por lo que se preveía otro final para Roland Garros.

Él mismo reconoció haber "intentado remontar, pero me faltaba chispa, energía y no tenía la mentalidad necesaria. Esperé a ver qué hacía él. He perdido el esquema de juego, sin querer restarle mérito a Melzer, que ha sabido desquiciarme”. “Ni tengo la mentalidad ni aguanto la presión para ser el de 2007 (aquel año finalizó el curso en el quinto puesto del ‘ranking’ tras disputar anter Federer la final de la Copa Masters), sentenció.

El español también habló de sus planes de futuro más inmediatos: "Perder en París duele, pero estoy tranquilo porque llevo un buen año. Ahora sólo pienso en descansar. Tengo dos semanas de vacaciones y después prepararé la hierba”.

Tampoco era de esperar la derrota del valenciano, Juan Carlos Ferrero, que cayó ante el estadounidense Robby Ginepri, número 98 del mundo, y sólo una vez octavofinalista en París, casi siempre eliminado en la primera ronda. Pese a la derrota, Ferrero se resistía a despedirse del torneo y lo hizo después de más de tres horas de lucha.

“El problema es que el encuentro anterior (el viernes, ante Pere Riba) fue muy largo y no estaba al 100%. La derrota duele porque ante Ginepri y en tierra batida esperaba más, la verdad”, concluyó el campeón en 2003.

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